-1 cebolleta picada
-3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
-1 litro de agua
-500 gr de guisantes congelados
-1 diente de ajo laminado
-4 huevos frescos
-agua, vinagre de sidra
-8 lonchas finas de jamón y sal

Rehogar la cebolleta, a fuego suave, en una cazuela amplia y alta, con una cucharada de aceite de oliva virgen. Cuando esté
pochada, sin coger color.

Añadimos el agua caliente y una pizca de sal.En cuanto hierva, añadimos los guisantes congelados.

Añadimos un refrito, que haremos en otra sartén con dos cucharadas de aceite de oliva y el ajo laminado, vertiéndolo todo
en el interior de la cazuela. Cuando vuelva el hervor, no esperar ni un segundo y triturar a máxima potencia todo, en el vaso
de una batidora o en la propia cazuela, hasta que quede lisa y cremosa. Debe quedar una sopa bien verde y sabrosa, con mucho
gusto a guisante. Rectificamos el sazonamiento.

Ponemos en una cazuela aparte abundante agua a hervir. Roto el hervor, añadimos un buen chorreón de vinagre de sidra, sin
añadir sal. Una vez vueltos los hervores, bajamos el fuego al mínimo, de manera que tímidamente aparezcan en su superficie
pequeñas burbujas. Cascamos los huevos de uno en uno, en un tazón, y los vamos volcando, uno a uno también, en el agua. Pasado
un minuto, les damos delicadamente la vuelta con una espumadera y los tenemos medio minuto más. Los sacamos a un recipiente
con agua tibia salada para eliminarles el regusto a vinagre y cortar la cocción de la yema. Colocamos los huevos escalfados
sobre las lonchas finas de jamón, en el fondo de unos platos hondos, vertiendo la sopa de guisantes bien caliente por encima.
Rociamos alrededor con un fino cordón de aceite de oliva virgen.
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